Quiénes somos
El trato cercano basado en el respeto y el afecto es el principio básico de la Fundación
La Fundación Residencias Monreal – San José es una entidad sin ánimo de lucro cuyo objetivo es la gestión de establecimientos destinados a servir de alojamiento alternativo al hogar a personas mayores, en el que se presta una asistencia integral y continuada. La atención personalizada integral es el principio en el que se apoya la filosofía de servicios que prestamos a las personas mayores. Mantener un trato cercano basado en el respeto y el afecto, potenciar la autoestima de nuestros residentes y estimular su interés vital, son los principios básicos de la Fundación.
El modelo de atención estará centrado en los principios fundamentales de la atención a las personas mayores: facilitar la autonomía, ayudar y sustituir.
Misión, valores y política
Se aprueba como misión mejorar la calidad de vida de las personas en situación de dependencia y de su familia, a través de una intervención dirigida, por una parte, a proporcionarle una atención integral y, por otra, a ofrecer el necesario apoyo a la familia para posibilitar la permanencia adecuada de la persona en el entorno que desde su ingreso será el habitual.
Los criterios profesionales de intervención estarán basados en:
Principio de ética. Toda persona por su condición humana, independientemente de su situación individual, tiene el máximo valor por sí misma. Las personas en situación de dependencia tienen derecho al respeto de la diferencia y al de su propia dignidad, cualquiera que sea el estado en que se encuentran con respecto a su capacidad. Los valores éticos han de estar siempre presentes en los cuidados e intervenciones profesionales. La práctica profesional debe estar impregnada de un profundo respeto a los derechos humanos, donde se defienda la privacidad, la intimidad, la dignidad, el respeto a la diferencia y a la libertad personal, así como proteger sus derechos fundamentales, especialmente su honor e intimidad personal y familiar.
Principio de competencia y autonomía. Cada persona tiene capacidades, con independencia de los apoyos que precisen, para desarrollar actuaciones competentes; así mismo deben tener control sobre su propia vida y actuar con libertad, por lo tanto, la intervención desde el Centro se debe concebir desde las competencias personales. Las personas usuarias, deben ser agentes activos en los procesos de intervención y para ello es importante tanto que se promocionen los comportamientos autónomos como que las programaciones del Centro se lleven a cabo desde la diversidad en las necesidades individuales.
Principio de participación. La persona, como individuo, tiene derecho a estar presente en la toma de decisiones que afecten al desarrollo de su vida. En el Centro se debe promover la participación de la persona en situación de dependencia, su familia y los profesionales en la vida del Centro. La intervención profesional se debe realizar desde el refuerzo de los individuos y grupos, impulsando una política participativa, creando y consolidando sistemas o cauces que la posibiliten, así como garantizando la participación de cada una de las personas a las que se dirigen los respectivos planes de apoyo, tanto en la fase de diseño como en la de aceptación.
Principio de integralidad. La persona es un ser multidimensional donde interactúan aspectos biológicos, psicológicos y sociales. El Centro se deben concebir desde un enfoque global de la intervención contemplando tanto las distintas necesidades de las personas usuarias como teniendo en cuenta que ésta se desenvuelve en un contexto físico y psicosocial. Todo ello hace necesario un enfoque interdisciplinar y especializado de la intervención, además de que se procuren actuaciones coordinadas entre los diferentes recursos de la comunidad que garanticen la continuidad de la atención.
Principio de individualidad. Cada persona es única y diferente por lo que la intervención en el Centro se llevará a cabo desde los criterios de atención flexible y personalizada, adaptando las intervenciones a las necesidades específicas de las personas atendidas y de sus familias, dado que atendemos a personas con diferentes grados de dependencia (independencia-dependencia).
Principio de independencia y de bienestar. Todas las personas, independientemente de sus características individuales o situación, tienen derecho a recibir apoyos que mejoren su situación de dependencia y su bienestar subjetivo, por lo que la intervención en los centros se caracteriza por su finalidad socioterapéutica.
Principio de Especialización. Proporcionar atención y apoyos especializados adecuados a las necesidades de apoyo de las personas usuarias, a las características de su situación de dependencia y/o discapacidad, a las situaciones familiares, así como a las características de las personas residentes en el Centro, que proceden en su mayoría del mundo rural, con escaso nivel educativo y cultural, adaptando las actividades y actuaciones profesionales a este nivel.
La organización ha establecido un Sistema de gestión basado en la norma UNE 158.101:2007 con el fin de:
– Aumentar la satisfacción del cliente.
– Mejora continua de la eficacia del sistema.
– Cumplir con los requisitos pactados con el cliente y con los legales y reglamentarios aplicables.